Indefensión aprendida

Algunas veces nos habremos dicho a nosotros mismos que no podemos hacer algo, la mayoría de las veces inducida por otro persona directa o indirectamente, incluso inconscientemente. Pero no te preocupes, no es que tengas la autoestima baja, o que no seas realmente capaz de hacer algo, algunas veces lo que ocurre es que nos inducen a una indefensión aprendida.Confesion_0

La indefensión aprendida es un fenómeno psicológico que puede afectarnos tanto cognitivamente como afectivamente, es decir, puede que cambie nuestra percepción de nosotros y de nuestras metas, haciéndonos pensar que no podemos hacer nada por cambiar la situación que «nos ha tocado». Incluso si realmente se nos da la oportunidad para cambiar algo, no lo hacemos, impedidos por el pensamiento negativo que tenemos. La indefensión aprendida hace que veamos los éxitos que tenemos como causas externas (por ejemplo, cuando aprobamos un examen lo atribuimos a que el examen era fácil o que el profesor estuvo majo, nosotros no somos la causa de aprobar el examen) y que veamos los fracasos como causas internas (siguiendo con el ejemplo anterior, si suspendemos ese examen nos echamos la culpa, aunque sepamos que hemos estudiado mucho). Se origina lo que se llama «pensamiento rumiante» también característico de la depresión, en el que pensamos constantemente sobre nuestros fracasos, como si nos estuviéramos castigando sobre lo que hemos hecho, sin encontrar una solución para cambiar nuestra situación.

Este fenómeno psicológico es muy negativo, y la mayoría de las veces es inducido por los demás. Un ejemplo claro son las mujeres maltratadas. Sorprendidos vemos en las noticias mujeres que han aguantado años de sufrimiento, pensando que nosotros hubiéramos buscado ayuda antes. Pues bien, el hombre que la maltrataba la indujo indefensión aprendida atacando directamente a su autoestima: «tú eres mía», «no eres guapa». Cosas como esta generan «indefensión» ante la situación, y la mujer es incapaz de hacer nada, porque no puede psicológicamente. De ahí que muchas de ellas no solo generen indefensión aprendida sino también protección hacia su maltratador. Han «aprendido» que deben estar calladas. Es muy importante entender esto, porque aunque la violencia doméstica está muy condenada por nuestra sociedad, no entendemos por qué son capaces de callar y no pedir ayuda. Siempre hay que estar atentos a estos casos, porque lo más importante es detectar esta indefensión y es fácil identificarla porque tiene más o menos los mismos síntomas que una depresión. Si estas mujeres maltratadas son «reeducadas» en su autoestima, y proporcionarlas ayuda aunque no la pidan, el éxito de la recuperación será más rápida.

Otro ejemplo muy triste procedente de la historia son los judíos del Holocausto. Eran captados a miles, y aprendían que era eso lo que les tocaba, que no podían hacer nada por luchar contra los nazis, incluso si eran un grupo bastante grande y podían atacar a un grupo de nazis. Esa era la gran baza de los nazis: la indefensión. la-lista-de-schindler-in02-dvd4

Para ver hasta qué punto llegaba la indefensión de los judíos os recomiendo la película «La lista de Schindler», una de las más crudas y realistas sobre el Holocausto nazi. Recientemente hemos oído la buena noticia de que han sido encontradas las tres chicas secuestradas durante 10 años en Cleveland (EEUU), y una de las incógnitas que más llaman la atención ha sido «¿por qué no han gritado?» «¿cómo han sido capaces de soportar 10 años encerradas?». Lo más seguro es que hayan pasado por un maltrato psicológico, que es lo que anula la voluntad y que lleva a la indefensión.

Como veis, inducir a la indefensión aprendida es un fenómeno que afecta profundamente la personalidad de las personas, no solo nos lo ha enseñado la historia, sino que cualquier profesor puede inducírselo a su alumno con un simple «no sabes hacer nada». Hay que tener cuidado y detectarlo a tiempo, porque altera la percepción de uno mismo y de los demás. Sin embargo, no todo es malo. La gente supera situaciones de todo tipo, sobre todo gracias a la ayuda de los demás, sin duda hay esperanza.

2 comentarios en “Indefensión aprendida

  1. Otra indefension aprendida que yo crea es en la actualidad la presión ejercida por los empresarios sobre los trabajadores a su cargo, ya que se les trata con humillante trato, con sueldos miserables y se les conmina a callar, y lo consiguen, haciendoles creer que esa situación es la mejor para las circunstancias en las que vivimos, consecuencia: trabajadores sumisos y resignados a su situación sin capacidad para reaccionar.

  2. ¿No crees que se cometen muchos errores (o quizás no sean errores en sí) cuando se intenta tutelar o amoldar el comportamiento de un alumno?
    Cuando vemos un padre estricto regañando a su hijo y obligándole a terminar un ejercicio de matemáticas e insistiendo que es inútil por no saber hacer un ejercicio tan sencillo, tenemos muchas perspectivas:
    -La del hijo: Puede ser que piense que es imposible que haga el ejercicio porque el padre o tutor le ejerce una presión incómoda o esa misma indefensión aprendida por la exigencia.
    -La del padre: Quiere el bien de su hijo pero no ha sabido conseguir que pueda avanzar en la asignatura porque no ha dado con el método adecuado y recurre a la desesperación. Esto puede ser un error tanto en el pensamiento del hijo y el nivel de obligación/exigencia del tutor.
    Visto desde mi lado, el hijo podría perder ánimos y moral en cualquier otra situación y tener inseguridad en situaciones incómodas, como por ejemplo el suspenso en el examen, un fallo en un partido de baloncesto en el que la reacción de los compañeros es ocasional (»Qué malo eres, no vales para esto», cuando en realidad lo que están pensando es que »Estamos perdiendo el partido y yo quiero ganarlo, por eso le echo la culpa») y la mente del niño siempre insistiría en esa indefensión aprendida.
    Por último, puedo decir que me siento algo identificado con mis propios ejemplos y cómo no, esta es mi opinión y agradezco el artículo, que una vez más es muy interesante.

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